Situada al noroeste de la Provincia de Teruel, la Comarca del Jiloca destaca por sus monumentos históricos religiosos. Formada por varios pueblos pequeños, todos ellos tienen un atractivo especial que atraerán la atención de cualquier turista. Sin duda alguna, las iglesias y los castillos mudéjares, góticos y renacentistas no pasarán desapercibidos en nuestra visita turística por la comarca.
También nos ofrece un recorrido cultural a través de sus variados museos y por último un atractivo recorrido por sus paisajes variados pondrán punto y final a esta guía turística que seguro que estará a la altura de las espectativas de cualquier turista.
El templo religioso del municipio de Caminreal está dedicado a Nuestra Señora de la Asunción. Se trata de una construcción de mampostería que consta de tres naves con tres tramos más crucero y capilla mayor que se prolonga con la sacristía. Las naves laterales son muy estrechas dando la sensación de ser capillas unidas entre sí. El cimborrio octogonal de ladrillo posee una decoración de cerámica en torno a las ventanas y tiene motivos de tradición mudéjar como las esquinillas.
La torre de la Iglesia presenta dos cuerpos, uno de ellos de sillería el cual se prolonga por encima de las naves y otro de ladrillo. Su portal está construido de madera de roble, recubierto de herrajes sujetos con grandes clavos rematados en unas flores de cuatro hojas. En su interior cabe destacar el retablo mayor donde aparece la figura de la Virgen María ascendiendo al cielo sobre una nube y el retablo de Cristo. También destaca el retablo de los Santos Protectores de la Iglesia: San Jorge, San Lamberto, San Roque, San Martín, San Miguel, San Fabián, San Cosme, San Sebastián y San Damián.
La Iglesia de San Martín pertenece al estilo gótico tardío y combina en su fabricación mampostería en los muros con sillar en las esquinas y ladrillo en las zonas altas. Está compuesta por una nave de cuatro tramos cubierta por una bóveda de crucería estrellada con capillas del mismo estilo en los laterales entre los contrafuertes.
La torre se levanta desde la fachada del Evangelio. De estilo mudéjar, tiene forma cuadrada en su primer piso y forma octogonal en los cuatro pisos restantes, con contrafuertes en todos sus ángulos y decorada con motivos de ladrillo. En el interior de la iglesia destacamos los retablos de San Martín de Tours, la Inmaculada, San Gregorio Ostiense, San Esteban y el de la Virgen del Rosario. Por último destacamos el órgano que se conserva en muy buen estado.
En el municipio de Olalla nos encontramos con una grandiosa torre mudéjar, construida en el siglo XVI y que actualmente es la única parte de la antigua iglesia edificada en el siglo XIV que queda en pie. Esta torre se forma de cinco cuerpos, con la base cuadrada y el resto de cuerpos octogonales. En el primer piso encontramos un adornado con un gran arco cegado con mampostería y tiras de ladrillos, el segundo está decorado con zócalo de ladrillo con dibujos de rombos, el tercero y cuarto destacan por sus cornisas dobles con friso y el quinto y último fue restaurado y se remató el chapitel, coronado ahora por la antigua veleta.
Circulando por la carretera A-23, tomando la salida en Villafranca del Campo llegaremos a una formación rocosa de rodeno fuertemente escarpada en la prolongación sur de Sierra Menera, junto al cerro de San Ginés. Allí se encuentra asentada la fortaleza del Castillo de Peracense. Esta espectacular fortificación consta de tres recintos amurallados: el recinto exterior posee una grandiosa muralla en ángulo recto dotada con varias torres y saeteras (actualmente alberga los aseos, una sala de exposición y la tienda). El recinto del medio adapta su muralla a la roca y las antiguas estancias se han reconvertido en museo y sala de actividades.
Finalmente, el recinto superior se encuentra ubicado en lo alto de un rocoso peñasco y posee tres terrazas sucesivas hasta alcanzar la cubierta superior, desde la cual se puede observar todo el Valle del Jiloca. Los dos patios del castillo albergan una exposición de armas de asedio medievales de tamaño real y todos años el primer fin de semana de Agosto tiene lugar un encuentro de recreacionistas. El precio de entrada es de 3 euros para adultos y 2 euros para niños, con un 10% de descuento para jubilados, grupos escolares y carné joven europeo. Su horario de visita varía dependiendo la época del año pero por lo general hay visita todos días tanto por la mañana como por la tarde.
Situado sobre el cauce del río Pancrudo próximo a su desembocadura en el río Jiloca, encontramos este Puente Romano de prototipo de los denominados Puente de Lomo de Asno. Su construcción es de sillería y mampostería, mide 35 metros de longitud, 3,40 metros de anchura y su punto más elevado mide 5,30 metros. Presenta tres ojos con arcos rebajados, siendo el de el centro el de mayor tamaño. Entre estos arcos podemos encontrar dos tajamares de aligeramiento de dos metros, sobre los cuales se sitúan pequeños aliviaderos abovedados. Está declarado como Bien de Interes Cultural.
El cultivo del Azafrán fue introducido en la Península Ibérica por los árabes, y este museo de Monreal del Campo es el único que se dedica al cultivo y todas las faenas relacionadas con el Azafrán. Se localiza este museo en la segunda planta de la casa de cultura del municipio y en su interior podemos encontrarnos las herramientas y utensilios que se usan para el cultivo y manipulación del Azafrán. Los objetos han sido donados por vecinos del municipio y abarcan desde la preparación de la tierra para la plantación, la recogida de la flor, desbrizne, tueste, pesaje y finalmente la venta. El horario es de Martes a Sábado de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 y domingos y festivos de 11:00 a 14:00
El museo del vino El Trasiego se sitúa en la antigua fábrica de alcoholes de la familia Marco. En su interior nos encontramos con una exposición de más de medio millar de piezas, destacando entre ellas grandes cubas de fermentación del vino, gran variedad de botellas, garrafas, alambiques de destilación y otros muchos instrumentos utilizados para el proceso de recolección vinícola. El museo se comunica con la bodega del Trasiego y con un aula de naturaleza donde de forma didáctica se da a conocer el proceso de transformación de la uva en vino. Para poder visitarlo previamente hay que pedir cita.
La reserva natural de la laguna de Gallocanta se localiza entre las comarcas de Campo de Daroca y Jiloca. Esta laguna tiene una superficie de 1924 hectáreas y otras 4553 hectáreas de zona periférica de protección. Tiene una anchura máxima de 2 kilómetros y longitud máxima de 7 kilómetros, lo que la convierte en la mayor laguna natural de la Península Ibérica. Su profundidad media es de 70 centímetros alcanzando una profundidad máxima de 2 metros.
Aunque no hay peces en su interior, debido a su alta concentración de sal en el agua, cuenta con más de 220 especies de aves, destacando entre ellas los buitres, águilas, grullas, abubillas y fochas. Entre los mamíferos podemos encontrarnos con corzos, comadrejas comunes, gatos monteses, zorros, conejos, tejones, martas, ciervos y jabalíes. En cuanto a su vegetación abundan en sus montes los pinos, carrascas, quejigos y enebros, algunos chopos y serbales comunes en las zonas de agua y como árboles frutales los almendros y manzanos. Antiguamente aquí cultivaban las viñas y el azafrán.
En el municipio de Ojos Negros, podemos encontrar una instalación industrial y antiguo elemento etnológico, las Salinas. El conjunto de las salinas es muy extenso y tiene varias partes: en primer lugar tenemos el pozo, realizado en mampostería del cual se extraía el agua mediante una noria de sangre. Mediante canalizaciones, el agua era conducida hasta la balsa de almacenaje, un total de tres balsas de gran tamaño, y de ahí mediante más canalizaciones se distribuía a los diferentes balsetes de desecación. Una vez llenos, se esperaba a que el agua se evaporase y de este modo podía recogerse la sal.